septiembre 26, 2010

Così è la Vita

Mario es un hombre de familia. Todas las mañanas se levanta y, mientras su mujer duerme, se pone su traje, se leva los dientes, se calza los zapatos, y su treinta y ocho. Saluda a sus hijos, a su jefe, y se va para el trabajo. Todos los días se va para el trabajo.
Saluda a sus compañeros y va directo a su despacho. Le traen un café, se lo toma, revisa sus expedientes. Firma lo que debe firmar, sella lo que debe sellar. Tiene junta de trabajo, pone el celular en vibrador, debate proyectos, propone cambios, discute con su jefe. Sale del trabajo, almuerza, se ensucia un poco algunos días, se cambia. Vuelve a su trabajo, ultima tareas. Se hacen las cuatro, sale de su trabajo, ultima otras tareas, se ensucia otra vez.
Vuelve a su casa, hace la tarea junto a sus hijos, juega con ellos, ríe, canta. Cenan en familia, siempre su mujer prepara abundantes platos que deja satisfechos a todos. Mira la tele, habla por teléfono, anota, ordena. Se toma un vaso de whisky, saluda a su jefe y se va a dormir. A veces hace horas extras por la noche a pedido de su jefe, es un trabajo muy demandante, piensa a veces (solo a veces).
Los fines de semana paseo con la familia o tarde de golf con los del trabajo, rutina invariable. También horas extras, aunque pocas ya que la mayoría son del trabajo mismo. Si sale con los del trabajo llega tarde, después de comer siempre. Se toma su vaso de whisky, saluda a sus hijos, le hace el amor a su mujer y se duerme.
Traje impecable, celular siempre prendido, anillos a la altura de la circunstancia. Elegancia, astucia, respeto y obediencia y amor por los propios son su norte en esta vida. “Cossa Nostra” Mario, a trabajar.
Mario es un hombre de familia.

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