octubre 09, 2010

Freedom sounds

Foto: The Skatalites en vivo, Auditorio sur, Temperley 08/10/2010.

Ya me puedo morir tranquilo.

octubre 03, 2010

El coloso de la cocina

Poca bibliografía se conoce sobre esta raza tan peculiar, pero es de público conocimiento que sus características hacen que sea un salvaje que fascina hasta a los más intrépidos.
De robusta figura, su forma circular y un tanto ovalada, dan una impresión que contrasta con su real tamaño y profundidad. Estudios recientes han demostrado que su diámetro promedio es de veinte centímetros triangulares, mientras que su altura regular es de diez centímetros rectangulares. Notables proporciones. Su pico la distingue del resto, y es a través de el que, con llamativa fluidez, concreta sus secreciones al exterior. Si bien es una raza que conserva siempre su esencia, tiene el envidiable don de adaptarse a los ambientes que la rodean y de camuflarse cuando lo cree necesario. De hecho, puede tener varias tonalidades de piel, varios tipos de piel, y a veces hasta alguna afición encubierta por la moda.
De gallarda postura, esta especie tiene la tan particular capacidad de cambiar de temperatura corporal en muy poco tiempo. Algunos incrédulos indican que este incremento del calor corporal es efecto de la accion externa; resulta increíble, pero en la postulación de estas teorías se han llegado a nombrar las palabras “hombre”, “fuego”, además de la tan trillada palabra “hornalla”. Lo cierto es que este calentamiento ha sido reconocido como un mecanismo de defensa a través del cual ahuyenta a sus enemigos, calcinándolos cuando se atreven a acercase a ella. Sin embargo, en el mismo proceso de auto-calentamiento, dos son las cosas que pueden suceder, acorde con la teoria postulada por R. W. Tyrol, un teórico del estudio artefractónico: 1) Que sea un calentamiento positivo, en el cual este salvaje lleve a cabo efectivamente su accionar de defensa, o 2) Qué sea un sobrecalentamiento, efecto contraproducente a traves del cual el desdichado animal se va deteriorando con el correr del tiempo, y de las “pasadas de agua”. Aquí es donde aparece el tan conocido chillido infernal, producto de su furia y su descontento, y la efusiva salida de humo, que hacen asociarlo directamente con un volcán.
Es de notar su aporte al estudio de las relaciones interpersonales; sin duda alguna esta especie ha establecido un punto de quiebre en la sociología moderna. En el tan ponderado trabajo del ya citado autor, Tyrol define: “…la salvaje especie peca de dependiente, dado que su inexistente autosuficiencia hace necesario que, para su corriente funcionamiento, entre en relación directa con otro tipo de artefacto, vulgarmente conocido como “recipiente…”. La contrastación empírica ha corroborado las hipótesis de este pionero en el estudio de esta raza. Pero más importante aún, es que el hombre la concibe como parte de un “kit” que utiliza, generalmente para compartir con sus semejantes el tan incorrectamente llamado “mate”. Resulta claro que su uso no se limita a ese recipiente, pero entrar en detalle de los tipos de receptáculos que Tyrol menciona en sus escritos merece un trabajo arduo, que dista mucho de lo que se quiere bosquejar en estas simples líneas.
En lo referente a la etimología del término, el criterio facilista ha optado por el descarte, al relacionarlo directamente con su par masculino: el pavo. Por el simple hecho de que en sus características intrínsecas no tiene absolutamente nada que ver con la mencionada ave, desde el laboratorio de estudios avanzados en artefactos posmodernos, creemos fervientemente en que a este incontrolable e incomprendido ser del reino animal se lo reconozca con el termino “pava”.

septiembre 29, 2010

Digo, ¿No?

Algunas veces en la vida,


Todos somos Emmett Brown por un rato...

septiembre 27, 2010

El duende gordinflón


No se que le pasa, realmente no se que le pasa últimamente. Desde que decidimos mudarnos juntos actúa de una forma bastante extraña. Digamos que no pasa mucho tiempo en casa, pero cuando lo hace, lleva a cabo lo que, sin ningún tipo de pudor, llamo “La invocación de media tarde”. Véanlo ustedes: todos los benditos días, exactamente desde las cuatro y media, se sienta, primero con las piernas cruzadas, como los indios y después con las piernas más cruzadas aun (como los indios con mucha elasticidad), y cierra los ojos. Todo esto lo hace frente a la mini estatua de un gordinflón de marmol que tiene en nuestra pieza. Se queda largo rato en esa posición, con los ojos cerrados y en silencio. A los quince minutos empieza la invocación misma: alza las manos, y las mueve de forma circular como indicándole a, quien sabe qué (o quizás al gordinflón mismo), que venga. Lo hace tres veces en total y vuelve al estado de pasividad. Esto se repite cada quince minutos hasta las seis menos cuarto de la tarde. Se para, le hace una suerte de reverencia al gordinflón, y se va a su clase toba, boga… (No se como se llama eso).
Cuando se va, me acerco al pequeño, lo observo y siempre igual: él, con su cara de yo no fui, sentado cual indio, con las manos apoyadas sobre su regazo; como si nada.
Yo, por las dudas, no pregunto nada; siempre le tuve miedo a esas cosas, a los fantasmas, a los extraterrestres… no vaya a ser que hay un duende mirándome fijo en mi pieza. Algún día le preguntaré a ella de que la va todo esto; por lo pronto, duermo con un ojo abierto todas las noches. Ya saben, por las dudas.

septiembre 26, 2010

Così è la Vita

Mario es un hombre de familia. Todas las mañanas se levanta y, mientras su mujer duerme, se pone su traje, se leva los dientes, se calza los zapatos, y su treinta y ocho. Saluda a sus hijos, a su jefe, y se va para el trabajo. Todos los días se va para el trabajo.
Saluda a sus compañeros y va directo a su despacho. Le traen un café, se lo toma, revisa sus expedientes. Firma lo que debe firmar, sella lo que debe sellar. Tiene junta de trabajo, pone el celular en vibrador, debate proyectos, propone cambios, discute con su jefe. Sale del trabajo, almuerza, se ensucia un poco algunos días, se cambia. Vuelve a su trabajo, ultima tareas. Se hacen las cuatro, sale de su trabajo, ultima otras tareas, se ensucia otra vez.
Vuelve a su casa, hace la tarea junto a sus hijos, juega con ellos, ríe, canta. Cenan en familia, siempre su mujer prepara abundantes platos que deja satisfechos a todos. Mira la tele, habla por teléfono, anota, ordena. Se toma un vaso de whisky, saluda a su jefe y se va a dormir. A veces hace horas extras por la noche a pedido de su jefe, es un trabajo muy demandante, piensa a veces (solo a veces).
Los fines de semana paseo con la familia o tarde de golf con los del trabajo, rutina invariable. También horas extras, aunque pocas ya que la mayoría son del trabajo mismo. Si sale con los del trabajo llega tarde, después de comer siempre. Se toma su vaso de whisky, saluda a sus hijos, le hace el amor a su mujer y se duerme.
Traje impecable, celular siempre prendido, anillos a la altura de la circunstancia. Elegancia, astucia, respeto y obediencia y amor por los propios son su norte en esta vida. “Cossa Nostra” Mario, a trabajar.
Mario es un hombre de familia.

septiembre 13, 2010

Revolución

Boom!
Y cambia todo, de a poco, cambia todo.
La rutina, la no rutina, todo.

A veces es necesario aunquen no lo sepamos.

Es asi, sentimos.

noviembre 16, 2009

Grietas

Que cosa que sos Hombre eh, incluso cuando plenamente bien (si es que existe ese estado) te auto-creas y te auto-creas problemas. Te queres dejar de joder un rato?
Deja en paz un poco a esa naranja mecanica que esta funcionando las 25 hs del dia, si no es por una cosa es por otra, que, estas inseguro? de que??
Sabes cual es tu problema? me parece que te perseguis mucho con cosas que realmente no lo ameritan. Lo cierto es que resulta dificil mantener un orden estable por determinado tiempo.
Esto se llama catarsis no? y bue, son momentos. me parece que..

No queda otra que tirarnos en el pasto.